Todo pueblo tiene su milano
Querido diario. Si, soy yo de nuevo. Normalmente te escribo sentado ante el teclado de mi ordenador de sobremesa, en esa habitación-leonera que tengo dedicada a la tecnología en casa, con sus cachivaches y esa...
Querido diario. Si, soy yo de nuevo. Normalmente te escribo sentado ante el teclado de mi ordenador de sobremesa, en esa habitación-leonera que tengo dedicada a la tecnología en casa, con sus cachivaches y esa...
Querido diario. Bueno, no sé si dirigirme a ti con ese nombre, dado la forma en la que te estoy tratando últimamente. Bien podría llamarte “mensuario” o, al paso que te voy escribiendo,...
Hoy no es un día cualquiera. Hoy es el día de la madre. O, mejor dicho, mamá. Como a mí me gusta llamarte. Este año no quiero regalarte ningún...
Ayer, después de más de 40 días de confinamiento por el dichoso coronavirus, pudimos dar, por fin, un paseo en condiciones. Sobre las siete de la mañana nos adentramos en un parque que hay al lado de casa, y lo primero que me sorprendió es la frondosidad y el color...
Ayer por la noche, cuando ya estaba medio dormido y a punto de caer rendido en los brazos de Morfeo, vencido a partes iguales por el cansancio y por la desidia del aburrimiento que produce este dichoso confinamiento, zumbó descarado mi teléfono móvil, advirtiéndome de la llegada de un...